Beneficios de aprender inglés desde la infancia

El 94% de los padres españoles considera este idioma una prioridad y de hecho, sólo el 8% de los niños españoles de entre 2 y 6 años no ejercitan su inglés en su hogar. Es más, casi uno de cada 3 lo hace al menos uno de cada dos días, pero como padres nos preguntamos cómo podemos ayudar a nuestros hijos a favorecer el aprendizaje del inglés.

La principal pauta según nuestro equipo de psicopedagogos es pensar en cómo ayudamos a nuestros hijos a aprender cualquier otra cosa. Para los niños es muy importante el vínculo emocional con las personas con las que aprenden. Su interés por aprender y curiosidad natural, hará el resto siempre que reciban la suficiente motivación y refuerzo positivo.

Aprender inglés desde la infancia ofrece una serie de beneficios significativos para el desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños:

  • Mejora las habilidades de comunicación y comprensión.
  • Proporciona una ventaja competitiva en un mundo globalizado.
  • Facilita el aprendizaje de otros idiomas.
  • Amplía las oportunidades educativas y profesionales.
  • Fomenta la apertura a otras culturas y perspectivas.
  • Estimula el desarrollo del pensamiento crítico y la resolución de problemas.
  • Promueve la confianza y la autoestima en el uso del idioma.

Actividades y juegos para aprender inglés

Explorar nuevas formas de aprender inglés puede ser emocionante y divertido, especialmente para los niños. En este sentido, las actividades y juegos son herramientas efectivas que no solo hacen que el proceso de aprendizaje sea más entretenido, sino que también estimulan la participación activa y el desarrollo de habilidades lingüísticas de manera natural y práctica. Hay una variedad de opciones creativas que pueden adaptarse a diferentes edades y niveles de habilidad.

A continuación, te presentamos cinco actividades y juegos para aprender inglés de una manera dinámica y efectiva:

1. Póster de rutinas / Daily routine board
Los niños necesitan rutinas y les encanta hacer lo mismo una y otra vez. Les ayuda a saber qué se espera de ellos y les orienta en el momento del día en el que se encuentran. Esta herramienta podrá ayudarnos a definir con ellos los tiempos que dedicaremos al desarrollo del inglés.

2. Canciones con acciones / Action songs or Nursery Rhymes
Las canciones son un vehículo excelente para el aprendizaje de inglés ya que ofrecen la oportunidad de repetir una y otra vez el lenguaje y ofrecen un buen modelo de pronunciación para el desarrollo del oído. Si podemos además ofrecer vídeos con acciones para cada canción los niños lo pasarán en grande cantando y bailando copiando las acciones que ven en el vídeo y a través del juego de conseguir hacer la acción adecuada en el momento que corresponde aprenderán sin darse cuenta.

3. Youtube, nuestro gran aliado
Gracias a esta plataforma podemos disponer de miles de recursos adaptados a cada edad. Para los niños algo más mayores existen contenidos subtitulados que ayudarán a reforzar las habilidades escritas. Según los expertos, media hora al día de videos es más que suficiente para conseguir nuestros objetivos.

4. Cuentos / Stories
Los cuentos son una gran herramienta de enseñanza y nos ofrecen enormes ventajas: podemos transmitir conocimientos y valores, nos ayudan a promover el gusto por la lectura, despiertan la imaginación y sobre todo son una estupenda forma de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos.

5. Juegos interactivos de vocabulario / Interactive vocabulary games
Los juegos interactivos son otra herramienta estupenda para aprender inglés. Ofrecen la oportunidad de aprender vocabulario de una manera interactiva, escuchar la pronunciación adecuada y repetir una y otra vez consolidando el lenguaje de forma gradual.

En conclusión, la importancia de aprender inglés desde la infancia es innegable, y cada vez más padres y madres reconocen este hecho. Cambridge colabora con los padres para concienciar sobre los beneficios del aprendizaje temprano del inglés y proporcionar herramientas y actividades para apoyar este proceso. Al aprovechar la curiosidad natural de los niños y fomentar un vínculo con el idioma, podemos cultivar habilidades lingüísticas sólidas que abrirán puertas a oportunidades educativas, profesionales y culturales en un mundo cada vez más globalizado.